El Peronismo y la Iglesia Católica

 

El Peronismo y la Iglesia Católica

Aquí podrás leer acerca de los conflictos que tuvo el peronismo con la Iglesia Católica.

Rondando la década del 30’, se generó un bloque nacional y popular articulado en función de la Iglesia y el Ejército, pilares denominados como “mito de la nación católica” según el historiador Loris Zanatta. En el golpe militar del 1943, los católicos vieron la oportunidad de concretar las intenciones que tenían desde la década pasada, que habían quedado en nada. Así fue, como los vínculos entre el Ejército y la Iglesia se entrelazaron.

El gobierno militar estableció algunas concesiones a la Iglesia Católica: la implementación de la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, la incorporación de un grupo de católicos dirigentes al aparato gubernamental, el aumento de los recursos destinados a la construcción de seminarios, entre otras.

Como partícipe de la revolución militar de 1943, Perón comenzó a utilizar en sus discursos un vocabulario análogo empleado en el catolicismo social e ideas provenientes de la Doctrina Social de la Iglesia. Perón, no sólo se proclamó a favor de la enseñanza religiosa, sino que también afirmaba el origen y contenido cristiano de la propuesta peronista. Al mismo tiempo, propuso un programa de equidad social basado en la cooperación entre las clases.

Por estas razones, Juan Domingo Perón era el mejor candidato para la Iglesia Católica. En efecto, Perón fue elegido para asumir el cargo de presidente el 24 de febrero de 1946.

El 26 de julio de 1952 murió la primera dama Eva Perón, lo que produjo una crisis emocional en Perón y empezó a tomar ciertas medidas que deterioraron la relación entre la Iglesia Católica y el gobierno peronista que se fue agravando con el tiempo.

El 17 de marzo de 1954 la prensa cubrió ampliamente la entrevista en la cual Perón recibió en su despacho a los pastores pentecostales Hicks y Arvizu, provocando la irritación de la Iglesia que aumentó todavía más cuando los mismos realizaron una serie de actos en el estadio de Atlanta a los que asistían multitudes para ver los "milagros" que producían. Las versiones sobre curaciones de enfermos, los inválidos que abandonaban sus muletas, los ciegos que comenzaban a ver, etc. comenzaron a difundirse con lo cual aumentaba la popularidad de los pastores y la ira de la Iglesia.

A finales de 1954, a pesar de una presunta relación normal, se produjeron varios hechos que mostraban cambios en las relaciones entre el peronismo y el catolicismo. En el discurso de Perón del día 17 de octubre de 1954, el presidente enumeró a todos los enemigos que él consideraba que tenía ese gobierno. Entre esos estaban los apolíticos y los disfrazados de peronistas, expresión que al parecer aludía al clero. Algunos sacerdotes se consideraron aludidos por esas manifestaciones y comenzaron a criticar al gobierno desde el púlpito.

El 22 de octubre afirmó que ellas se había comprometido a tomar las sanciones que correspondieran contra aquellos sacerdotes que "han dejado de cumplir con su deber de argentinos y su deber de sacerdotes", lo cual era incierto porque no habían asumido compromiso alguno. No paró allí el discurso sino que además mencionó con sus cargos y nombres a curas y obispos "perturbadores".

El 1 de noviembre la Iglesia hizo leer en los templos una carta pastoral criticando al espiritismo. El 6 de noviembre el diario La Prensa que había sido confiscado por el gobierno y entregado a la C.G.T. publicó una nota con el título de Inquisición no es cristianismo en el que denunciaba lo que consideraba infiltración clerical en el gobierno de la provincia de Córdoba.

El 10 de noviembre en una reunión de funcionarios, gobernadores, legisladores y sindicalistas convocada en la quinta de Olivos, Perón pronunció un discurso trasmitido por cadena radial y reproducida al día siguiente por la prensa. Refirió su preocupación por "ciertas acciones que desarrollan organizaciones católicas" y aludiendo a una reunión que había mantenido con autoridades eclesiásticas.

El 22 de noviembre la Iglesia dio a conocer una carta pastoral y una carta abierta dirigida a Perón suscripta por todos los obispos; en ella decían que los sacerdotes no debían participar en actividades políticas pero que si actuaban en defensa de los principios de la doctrina católica no realizaban oposición política sino defensa del Altar. Agregaban que solicitaban ser informados de los cargos concretos que existieran contra sacerdotes.

El 25 de noviembre Perón habló en un acto convocado en el Luna Park. Tanto el vicepresidente Tessaire como la presidente del Partido Peronista Femenino, que hablaron previamente, tuvieron fuertes expresiones contra el clero que se correspondían con las leyendas de las pancartas del público. Perón, por el contrario, dio un discurso conciliador, pidió que se fueran tranquilos a sus casas y consideró que el problema estaba terminado. Así lo creyeron muchos en Argentina.


Reacciones de la Iglesia y de los católicos

Los católicos reclamaron ante el Ministerio de Educación por la supresión de la enseñanza de la religión argumentando que si la mayoría de los alumnos puesta a optar entre la materia "Religión" y la materia "Moral" elegía la primera, debía interpretarse como un signo de que eran partidarios de la enseñanza religiosa. Sobre la reforma constitucional la Comisión Permanente del Episcopado argentino emitió una declaración en la que distinguía tres tipos de separación entre la Iglesia y el Estado: la de poderes, la económica y la moral. Sobre este último aspecto afirmaba que en los pueblos católicos existen deberes mutuos entre la soberanía temporal y la espiritual y alertaba sobre la posibilidad de que los ciudadanos católicos pudieran encontrarse en la situación de optar entre la posición de la Iglesia y la del Estado. 


En la Carta pastoral de Cuaresma que fue leída en las iglesias los obispos criticaban que: 

-Se prohibiera la realización de procesiones religiosas y concentraciones católicas en lugares públicos.

-Se hubiera autorizado a los propagandistas de cultos disidentes, intentando llevar a los católicos a la apostasía de su verdadera fe.

-Mientras se concedía a radiodifusoras hacer propaganda disidente, hubiera sido negada autorización a las audiciones católicas.

-Se hubiera removido de sus puestos a funcionarios públicos por motivos religiosos.


El conflicto continúa en 1955

Las entrevistas de Perón y Copello del 22 y el 24 de febrero no solucionaron el enfrentamiento. El 22 de marzo de 1955 se suprimieron los feriados con fundamento religioso con excepción de Navidad y Viernes Santo, quedando este último como día no laborable. En mayo, el Senado dejó sin efecto la exención de impuestos a las instituciones religiosas y en ese mismo mes, en menos de una semana, el Congreso aprobó convocar a una convención constituyente que tratara la reforma de la Constitución para separar la Iglesia del Estado. 

El 13 de diciembre la Cámara de Diputados comenzó a tratar en sesiones extraordinarias una modificación del Código Civil relativa principalmente al régimen de menores y al de la ausencia con presunción de fallecimiento y, en forma sorpresiva, agregó una reforma por medio de la cual se autorizaba el divorcio vincular con el cual los divorciados quedaban habilitados para volver a casarse.

Perón logró la sanción de la Ley n. º 14394, cuyo artículo 31 incluía el divorcio, y esto provocó el enfrentamiento con la Iglesia Católica que había apoyado activamente al peronismo hasta ese año.

 

La oposición radical quedó desubicada porque estaba de acuerdo con la ley pero no concordaba con el procedimiento de hacer la modificación sin anuncio previo, por lo que se retiró del recinto. El proyecto se aprobó ese día y poco después lo sancionaba el Senado convirtiéndolo en ley. El 20 de diciembre Perón firmó un decreto autorizando la apertura de establecimientos donde se ejercía la prostitución,  que habían estado prohibidos desde 1936, y al día siguiente la Cámara de Diputados reglamentó el derecho de reunión y prohibió las manifestaciones religiosas en los lugares públicos.

 

Además, la municipalidad de Buenos Aires, entonces controlada por el Presidente de forma directa, prohibió a los comerciantes exponer pesebres u otras figuras religiosas en conmemoración de la Navidad.

 


 

Fuentes:

http://www.laprensa.com.ar/468255-El-conflicto-entre-catolicos-y-peronistas-en-la-Provincia-Eva-Peron.note.aspx

https://www.todo-argentina.net/historia-argentina/peronismo/segunda-presidencia-peron/conflicto-iglesia.php?idpagina=1525


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